El dengue al igual que el chikungunya es una enfermedad viral, es una enfermedad más antigua que el chikungunya y también se originó en África y se extendió fuera de ese continente entre los siglos XV y XIX. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se presentan entre 50 y 100 millones de casos de dengue cada año en todo el mundo. La palabra dengue proviene de la palabra suajili dinga que quiere decir fastidioso o cuidadoso, describiendo el sufrimiento de un paciente con el típico dolor de huesos del dengue. Este virus se ha expandido desde África a parte de Asía, parte de Australia, América Central y América del Sur, siendo Europa el continente menos afectado.
El virus del dengue se transmite de la misma forma que el virus del chikungunya; a través de un mosquito que esté infectado con el virus, estos mosquitos son el Aedes aegypti y en menor proporción el Aedes albopictus. El mosquito pica a las personas infectadas, absorbe el virus y después contagia a otras personas sanas transmitiéndoselo con una picadura. Es importante aclarar que ambos virus solo se transmiten a través del mosquito y NO hay contagio de persona a persona.
Los síntomas del dengue son:
- Fiebre alta – de hasta 40º.
- Dolor de cabeza.
- Dolor en los ojos.
- Dolor en las articulaciones.
- Dolores musculares.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Debilidad.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Alergia en los primeros días.
Existen dos tipos de dengue, clásico y hemorrágico o grave, en ambos los síntomas pueden variar.
El dengue clásico, se caracteriza por un cuadro de fiebre aguda que puede durar de 2 a 7 días, con intenso malestar general (dolor de cabeza, dolor en los ojos, dolor muscular y dolores articulares), acompañado de erupción cutánea. Puede presentar síntomas hemorrágicos de escasa intensidad, como petequias (manchas rojas en la piel producidas por el rompimiento de los vasos sanguíneos), sangrado de la nariz y sangrado en las ensillas. El tratamiento es de tipo sintomático es decir, para reducir los síntomas y el paciente mejora en aproximadamente 7 días. Esta forma de dengue es benigna y no produce muertes.
El dengue hemorrágico, es menos frecuente (5% del total de casos clínicos), incluye los síntomas del dengue clásico, a los que se agregan manifestaciones hemorrágicas con aumento de permeabilidad vascular y anormalidades en los mecanismos de coagulación. El síndrome de choque del dengue incluye el cuadro más grave de dengue hemorrágico, más los signos de choque: pulso débil y acelerado, disminución de la presión del pulso, hipotensión, piel fría y húmeda e inquietud generalizada. La enfermedad comienza de modo repentino con fiebre, y en los niños con síntomas leves de las vías respiratorias superiores, enrojecimiento facial y perturbaciones leves en las vías gastrointestinales. El paciente se deteriora repentinamente con signos de debilidad profunda, inquietud intensa, sudoración profusa y dolor abdominal intenso. El dengue hemorrágico es la forma grave de la enfermedad y produce shock y muerte si no se trata adecuadamente.
El 80% de las personas que se infectan con dengue son asintomáticos, el 10% presenta fiebre indiferenciada y el 5% fiebre dengue con o sin manifestaciones hemorrágicas.
Ya que la forma y el agente de contagio es el mismo para el virus del dengue y chicungunya, la forma de prevenirlos es la misma; debemos evitar que el mosquito transmisor nos pique, y que se reproduzca, esto lo vamos a lograr eliminando los criaderos de mosquitos, así que, elimina botellas, barriles, drones y baldes que estén en mal estado, los mosquitos pueden dejar sus huevos hasta en una tapita de botella que tenga agua, procura tener bien tapados todos los recipientes en los que almacenas agua, y no olvides lavar tus pilas frecuentemente, y cuando las laves usa la untadita –mezcla hecha con detergente y cloro–.
CUANDO NOS JUGAMOS LA VIDA. LA PREVENCIÓN ES LA SALIDA.